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jueves, marzo 28, 2024

Carmasutra

El sexo en el auto tiene una particularidad: la adrenalina y la incomodidad van de la mano. Pero es tal la adrenalina, que no le vas a dar bola a la pierna que se te va acalambrando, o al brazo que se te duerme, atrapado entre el freno de mano y la cintura de tu chica. Si sabes manejarla (la situación, y a tu chica), te prometemos un viaje fantástico. 

LUBRIMAX

Sugerimos reclinar el asiento de nuestra acompañante, hacerle unos buenos mimos. Acuérdate, siempre primero ella. Una vez que ella acabe, va a ser más generosa contigo. Por eso, empiezas tu acariciándola. Ella con las piernas abiertas, y tu con la mano de Dios jugando a ser un barrilete cósmico de cinco dedos. Cuando esté casi lista, la acomodas sobre una de las puertas, girada hacia tu llado, y sosteniéndole las piernas por los muslos, bajas como cuando abres el capó y mirás el motor para ver que está andando mal. Acá, funciona todo bien, sólo hace falta un poco más de agua al radiador. Baja y dale a la lengua. Después que ella grite su gol, ahi te relajas y pides lo que quieras.

 

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EL TREN DELANTERO

Para autos chicos (si tienes un Corsa esta es la tuya). Mete freno de mano, y mueve los dos asientos delanteros hacia atrás y reclinalos. Si tienes un almohadoncito, colocalos entre la unión de los dos asientos para que los una. Si no, rellena el hueco con el pantalón hecho un bollo, y el resto de la ropa que te sacaste. Ahora sí, ella se acuesta boca arriba, de piernas abiertas, con la cabeza colgando, y sujetándose con las uñas de los asientos, o agarrándose de los apoyacabezas. Y tu, te situás entre su piernas y haces el clásico misionero. Pero que el nombre del “clásico” no te la tire abajo. Esto tiene más condimento de porno que de sexo entre enamorados. Si la quieres jugada, que ella ponga las patas arriba del tablero del auto. Si todavía tiene puestos los tacos, la pollera subida y la tanga corrida, es para que saques una foto mental y la archives por el resto de tus días.

 

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EL AMORTIGUADOR

Ideal para hacerla en una 4×4, minivans, o vehículos grandes. Las Land Rover son famosas por su posición de “capitán” desde donde se puede ver todo el panorama, y ayudan en su altura también para que ella se siente y pueda iniciar una serie de sentadillas sobre tu palanca de cambios. Si no tienes un vehículo espacioso, lo que te recomendamos es imitar la posición que aparece en el dibujo de acá abajo. Para esto, tira el asiento del conductor para atrás todo lo que se pueda, y reclinalo levemente. Después invitala a ella a que, de costado, se encastre. Como ella no va a poder subir y bajar tan comodamente, depende de ti (ahora viene el trabajo de bíceps), subirla y bajarla sobre tu pistón. Cuando te canses, que ella ensaye unos movimientos circulares de viela, o se hamaque sobre tu bujía (cuántos sinónimos, por dios) apoyando los pies en el asiento del acompañante. Como en los autos, es fundamental el tema de la lubricación, sobre todo en recorridos conplicados.

TRACCIÓN TRASERA

“Al fondo que hay lugaaaaaaaaaar” diría el chofer de la 210. Acá tu la mandas al fondo (ella puede pasar por el interior del auto, tu que ya estás con 5 kilos de más, no hagas papelones). Sal del auto y entra por la puerta de atrás y de paso “sapeas” que no haya moros en la costa. Solamente imaginate la posibilidad de quedar atrancado y tener que llamar a Seguridad Ciudadana!. Una vez ahí, ella arrodillada sobre el asiento y con los codos en la luneta trasera, y tu arrodilladito en el piso del auto luchando un poco con la altura del encastre. Lo que sigue es más fácil: la montás como a una yegua y le das hasta que las pastillas de freno se calienten.

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EL ESCAPE TAPADO

Aplicable para cualquier tipo de auto con el baúl amplio, especialmente para las SUV. Reclinás los asientos y te hacés la camita. Como los tacheros, llevá una manta atrás siempre, para extenderla y acostarte encima, ya que las alfombras automotrices son bien ásperas y pican bastante. Poné música para crear un poco de clima (ya de por sí esto tiene menos romance que un Porno Peruano ochentero), y ahí sí, a cucharear. Poné primera con caricias a la carrocería, para después tomarle la presión a sus neumáticos delanteros, antes de empezar a abollarle el parachoques trasero. Si ve que todo va viento en popa, hora de dejar la autopista y emprender la casa por colectora, y con el escape tapado.

TANQUE LLENO

La más fácil y cómoda de todas. Tu le dices que quieres unos mimos (jamás utilizar frases como “ven, chupamela un rato”, o “cometela toda” o peor aun “mira el freno de mano que tengo para ti”, y menos que menos agarrarla de la nuca como a un recluta, y mandarla de cabeza a tu idem. Siempre el inicio del mamón es suave, es tierno, es hasta te diría, romántico (nos lee Neruda y se vuelve a morir!), pero la guarrada en el léxico se inicia una vez que ella ya está trabajando en tus bajos instintos. Para llevarla a que saboree tu ricota tienes que armar el bizcochuelo, esperar que leve la levadura y una vez que la tenés ahi llenándote de baba al muñeco es el momento de decirle todas las barbaridades (¿o babadidades?) juntas que se te ocurran.

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PARA UN VIAJE FELIZ COSAS A LAS QUE TIENES QUE PRESTARLE ATENCIÓN EN EL CAMINO

ANTES

Siempre un cd o un ipod sonando, ya que la radio puede ser cómoda o circunstancial pero si o si, te van a tocar tandas publicitarias, que harán que ambos se desconcetren al escuchar la voz de Julio Videla diciendo “Nos estamos poniendo de las diversidades, TKM, Abrazame”.

DURANTE

Dejar bajada la ventanilla mínimamente abierta para que entre un poco de aire y no termines como los hijos de Luis Ventura casi ahogados por falta de oxígeno. Algo contradictorio de no bajar la ventanilla es que se produce una especie de condensación interna que facilita que nadie pueda ver lo que está sucediendo dentro del auto, pero a la vez es una clara señal de la actividad que se está desarrollando, lo cual puede atraer las miradas y la curiosidad de porteros, policías y transeúntes.

DESPUÉS

¿Qué hacer con el cementerio lácteo? Vamos a intentar por todos los medios que la dama en cuestión se convierta en una sommelier de leche así evitamos manchar el tapizado. En caso de no poder lograr el objetivo, les paso tres alternativas: una media, la polera como repasador, y la más Pro ( y lo menos macho, hay que decirlo)) es tener en la guantera esas toallitas húmedas de bebé.

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